martes, 23 de abril de 2013

La Representación Gráfica en la Arquitectura. Conferencia de Concepción Rodríguez Moreno.

Desde el principio de los tiempos las diferentes civilizaciones han tenido la necesidad de plasmar  lo que les rodeada, gracias a lo cual comenzaron a surgir las diferentes técnicas pictóricas, de las que muchos de sus ejemplos, no han llegado hasta nosotros debido a su destrucción.


Desde la Prehistoria, el hombre ha ansiado buscar diferentes maneras de representación, y así se encuentran las primeras pinturas tecniformes, en las que quedan plasmadas construcciones, resaltando en ellas tanto la estructura como las cubiertas. Por otra parte, en esta época, también están presentes representaciones pictóricas de animales en las que se intenta establecer una  leyenda de codificación, como puede ser el punteado o el rayado.




No es, sin embargo, hasta la aparición de la escritura el momento en el que aparece la representación planimétrica con unos parámetros en los que podemos empezar a reconocer arquitectura. Estos planos no eran más que meros croquis de las plantas de los edificios más representativos, de los que también aparecen maquetas, como otra forma de representación, teniendo ambos métodos un carácter más simbólico que proyectual.


     

Es en Mesopotamia donde se comienza a desarrollar la representación a través de la escritura cuneiforme, siendo este el primer tipo de escritura documentada de la historia. En el ámbito de la tipología representativa, aparecen maquetas, que al igual que en las civilizaciones posteriores, tiene un fin meramente simbólico.








La primera de las grandes civilizaciones en las que la representación gráfica tiene un peso considerable en la sociedad es en Egipto, en donde las figuras que se dibujan no son proporcionadas, sino que se representan con una intencionalidad clara dependiendo del objetivo con el que se realice. Además, es importante  destacar que es en esta época en la que se comienza a avanza de manera muy rápida en la búsqueda de los diferentes criterios de representación, ya que se fijan unos criterios de obligado cumplimiento.


En Grecia, aunque se sabe por manuscritos que han llegado hasta nuestros días que se realizaban este tipo de planimetría. Sin embargo, gracias a dichos manuscritos, si se ha podido saber que ya en esta época se realizaba un inventariado minucioso acerca de todos los costes de las obras. Aparece a su vez un nuevo modelo de representación, la maqueta, parece ser que utilizada ya si como herramienta de proyecto. Estos modelos estaban constituidos por tablillas de mármol en las que se realizaban pruebas para estudiar el tipo de capitel que se iba a usar.





La siguiente gran civilización que ocupó la historia fue Roma, que tenía entre sus principales objetivos fomentar la cultura. En Roma se ponen las bases del salto cualitativo que este tipo de representaciones toman en todos los ámbitos, apareciendo restos de grandes planos realizados en mármol. Aparece por primera vez la perspectiva, muy pobre, a modo de trampantojo en las paredes.







La Edad Media, en este ámbito, al igual que en todos, supone un retroceso en los avances realizados, que no impide sin embargo que se conserven grandes maquetas de iglesias de una enorme fidelidad.

Sim embargo, es en el Renacimiento cuando se comienza a tomar conciencia del patrimonio, y gracias a ello nacen nuevas formas de representación, básicas para nosotros, como es la perspectiva cónica, siendo esta un avance realizado bajo la tutela de Brunelleschi. Al tomarse conciencia de la calidad de algunas de las obras arquitectónicas, se comienzan a documentar, como ocurre con el caso de la basílica de San Pedro; levantamiento realizado por Tiberio Alfaro.


Con la figura de Piranesi, en el Barroco, se da una vuelta de tuerca más a la representación tal y como se conocía hasta el momento. Piranesi es uno de los grandes grabadores de la historia, y su obra es representativa tanto de la arquitectura real como de la arquitectura imaginada.

 



        En 1839 se inventa la fotografía, lo que supone un avance frente a las litografías que se habían realizado con anterioridad en la época romántica, de las que las realizadas en la Alhambra.

 Así, se empieza a documentar los edificios a través de fotografías, o que hace que tanto los levantamientos como las perspectivas y los diferentes tipos de representación. Además,  surge un problema nuevo, y es que al ser en blanco y negro la fotografía, esto presta a la imaginación del intérprete de la fotografía los pigmentos de la misma, lo que sería un arma de doble filo a la hora de realizar las restauraciones.


Por último, a partir de la aparición en 1945 de la UNESCO, así como organizaciones similares posteriores, así como la aparición de las nuevas tecnologías, han permitido que se tome aún más conciencia sobre el concepto de patrimonio, y que las acciones que se realicen para su registro y conservación sean más eficaces.

REFERENCIAS


Conferencia Concepción Rodriguez Moreno, profesora ETSA Granada

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