lunes, 11 de marzo de 2013


La Ciudad Romana. Volubilis

Plano Ciudad Tipo romana
La ciudad romana de nueva planta, como el campamento, es de forma cuadrada o rectangular, con una puerta en el centro de cada lado, correspondiente a sus dos calles principales, el Cardo, que es la mayor, y el Decumano, o transversal. En el punto de corte del Cardo y el Decumano se solía disponer el Foro, que es el espacio que representa el ágora para los griegos. Sin embargo, en contraposición a la humildad de la decoración de las stoas griegas, en Roma se aporta un carácter artístico y monumental. En un primer momento, el foro surge como un lugar de encuentro y como lugar de comercio, y que a medida que van desarrollándose la complejidad urbana, estos centros se convierten en auténticos centros sociales. Dentro del foro, por norma general, los edificios se distribuyen de forma ortogonal, dejando el punto de corte del Cardo y Decumano por debajo del centro del mismo, siendo el “ombligo” de la ciudad.


El Foro de mayor importancia es el de la ciudad Roma, que se caracteriza por estar situado en un estrecho valle en la parte inferior de la colina Palatino. Desde el principio se levantan en él un conjunto de monumentos públicos, ligados a la historia romana. Los edificios y elementos conmemorativos llegaban a tal punto en su cantidad, que la anchura de la calle principal no era superior a 4 metros. En el testero, sobre el Capitolio, se levanta el Tabularium, y a su lado, el templo de Júpiter Capitolino. A sus pies, se encuentran los templos de la Concordia, de los Dioses Consentes y de Saturno, y, ante ellos, presidiendo la explanada principal del Foro, la Rostra, que era una plataforma en donde se realizaban arengas públicas. A ambos lados, y de manera longitudinal, se disponían la Basílica Julia y el Templo de Cástor y Polux, así como el Arco de Severo y la Basílica Emilia. En la parte posterior se disponen el templo de Julio César y el de Vesta, quedando por detrás, y a mayor cota de altura, el templo de Venus y Roma, y por la del Palatino, la Domus Tiberiana.
Planta Foro Roma
Sin embargo, llega un momento en el que la cantidad de edificios construidos en el Foro ya no permite seguir edificando en esos terrenos, lo que obliga a empezar a desplazar nuevos foros fuera del perímetro del espacio que en un principio habían ocupado los anteriores. Estos son los llamados Foros Imperiales, entre los que destacan el Foro de Augusto y el Foro de Trajano, siendo el primero que se crea para tal fin el Foro de Cesar. Todos estos nuevos foros se crean asumiendo la formalidad de la simetría axial.
En general, las puertas son sencillas, pero en algunos casos las puertas se conciben desde la monumentalidad y la escenografía, como la Puerta Mayor de Roma. El foro, sin embargo, es el lugar donde se encontraban los edificios de la administración pública, así como los templos. Las ciudades, además, se encontraban rodeadas de unas potentes murallas para poder realizar de manera correcta. Estas, a medida que la amenaza exterior aumenta, son reforzadas con torres salientes, que también se adoptan para flanquear las puertas de las ciudades. Este hecho es claro en el ejemplo de la Puerta Negra de Tréveris, ciudad fortificada próxima a la frontera con Germania. En España los recintos amurallados de mayor importancia son las ciudades de Carmona, Barcelona o Lugo.


Planta Foro Pompeya
Otra de las ciudades de mayor importancia en lo que se refiere al urbanismo es la ciudad de Pompeya. En ella se da un paso más en lo que a organización en planta se refiere, ya que el mercado se desplaza del foro, de tal forma que en él sólo quedan el conjunto de edificios gubernamentales. Los laterales de la plaza son los lugares elegidos para la disposición de los elementos ornamentales, que en este caso son estatuas, configurando un espacio central de carácter puramente público. El “ágora” tenía forma rectangular, quedando en la parte más alejada el Templo de Júpiter, que además, mediante la disposición de un arco en la parte delantera, quedaba enmarcado profundizando y encuadrando su perspectiva. Junto con Pompeya la otra gran ciudad romana que se conserva en la que se puede leer de manera clara su urbanismo es Herculano.

El caso de Volubilis presenta unas características especiales debido a su ubicación. Se conoce que existe presencia humana en este lugar desde el siglo III a.C. con el establecimiento de un asentamiento cartaginés, de cuyas trazas han aparecido ruinas. Este asentamiento fue anexionado al Imperio en el año 42 d.C., llegando a tener una población de 20.000 personas que en su mayor parte se dedicaban a la agricultura. Los elementos, en ruinas, que mejor se conservan y cuya lectura es más fácil son:
-        Foro, Basílica y Templo de Júpiter: Se encontraban en la parte alta de la ciudad y configuraban el centro público de la ciudad. Según la costumbre romana, estos edificios de carácter público se disponen en la parte superior de la ciudad, en donde la cota es más elevada.
-       Termas: Se leen debido a la presencia del hipocausto. Eran un punto de encuentro social.
-       Arco de Caracalla: Construido en el 217 d.C., se realiza en homenaje al emperador y su madre. Su ubicación responde al urbanismo imperial, ya que se encuentra edificado en la vía del Decumano. Se ejecuta con mármol y en su parte superior se conoce la presencia de una cuadriga de bronce.
El elemento más importante en el aspecto decorativo son los mosaicos, que decoraban los elementos residenciales de personas de mayor nivel económico, político y social.

La casa romana, a su vez, constaba de numerosas tipologías, de manera que se podían dar Villas Campesinas, Domus o las Insulae.
Las domus adoptan elementos griegos, como es un patio como elemento ordenador de la casa. Suelen aparecer además, un jardín trasero con peristilo, que potencia la axialidad del espacio. El paso se produce a través del atrium, disponiéndose a los lados las diferentes estancias que componen la casa.
Las insulae eran viviendas colectivas que se desarrollaban en altura. Surgen de las domus y a medida que se necesita se puede ampliar una planta hasta alcanzar un máximo de 3 ó 4 plantas. Por norma general, las insulae no medían más de 60 pies, que equivale a 18 m de altura.
El conjunto de las grandes ciudades romanas se encontraban a su vez unidas mediante una profunda red de calzadas, que bajo un sistema constructivo de gran resistencia, permitían la correcta relación de las diferentes urbes.
En la Tabula Peutingeria se reconocen las relaciones que existen entre todas las ciudades del imperio de una manera clara, configurando el primer plano de escala geográfica que se conoce.








REFERENCIAS
ÁNGULO IÑIGUEZ, Diego (1978): Historia del Arte. Tomo I, RAYCAR, Madrid
SÁNCHEZ, Mª Ángeles (1998): La Casa Urbana Romana y su Ajuar, Museo Arqueológico Nacional, Madrid

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